Hijo mío, si salieres fiador por tu amigo,
Si has empeñado tu palabra a un extraño,
Te has enlazado con las palabras
de tu boca,
Y has quedado preso en los dichos
de tus labios.
Haz esto ahora, hijo mío, y líbrate,
Ya que has caído en la mano de
tu prójimo;
Vé, humíllate, y asegúrate de tu amigo.
No des sueño a tus ojos,
Ni a tus párpados adormecimiento;
Escápate como gacela de la mano
del cazador,
Y como ave de la mano que
arma lazos.
Proverbios 6:1-5
Un gran consejo es no tomar deudas, y un mejor consejo es no salir de garante.
En oportunidades tomamos deudas para alcanzar algún objetivo que nos propusimos,
y en otras salimos de garantes para ayudar a alguien alcanzar el suyo.
En cualquier caso debemos ser conscientes que tanto una deuda como una garantía
son compromisos asumidos, y son compromisos que debemos honrar.
En el caso especial de una garantía, si decidimos salir como garantes, también
debemos estar dispuestos a hacernos cargo en caso de incumplimiento por parte
del beneficiado con nuestro favor. Debo saber que dispongo de lo necesario para
hacer frente al eventual, pero posible, compromiso.